tag:blogger.com,1999:blog-85835721288696097092024-03-19T04:43:30.390-07:00testimoniospadresUnknownnoreply@blogger.comBlogger19125tag:blogger.com,1999:blog-8583572128869609709.post-76801004602283374792008-03-20T21:44:00.000-07:002008-03-20T21:45:04.956-07:00Valery una luz que me ilumina<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhB5dgMGlhbVJRv3w79VJmy8ojfAqnyaIyYUb71UGvet-n2nIvQXLAFGVeA3xtygq_s6cHCGHaOVsSPcaEqflYoh074v98dJlyRGiBT5xXWavXNHDOvMQburaf731LYpUHKL8EPnZmfV3qc/s1600-h/DSC05440.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5168020029166484370" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhB5dgMGlhbVJRv3w79VJmy8ojfAqnyaIyYUb71UGvet-n2nIvQXLAFGVeA3xtygq_s6cHCGHaOVsSPcaEqflYoh074v98dJlyRGiBT5xXWavXNHDOvMQburaf731LYpUHKL8EPnZmfV3qc/s400/DSC05440.gif" border="0" /></a><em>Valery y su madre Rosa, una historia de muchos esfuerzos y grandes logros.</em><br /><div></div><div>Soy madre de <strong>Valery Camila</strong>, una extraordinaria niña de <strong>7 años de edad</strong>, y es gratificante para mi el poder destacar que su sola presencia ya es una invitación constante para resurgir, renacer frente a cada dificultad. <strong>Valery</strong> es sinónimo de serenidad y dulzura, es el agua quieta que te llena de fuerza increíble .<br />Nació un <strong>23 de setiembre</strong>, precisamente un <strong>Día de la Primavera</strong>, tan delicada, tan hermosa, tan frágil, y era evidente -por ser madre primeriza- que era todo un reto. Supongo que todas las madres nos sentimos así, nos llena de un infinito orgullo la llegada de un nuevo integrante a la familia, <strong>sangre de tu sangre</strong>, y más aún si te ha tocado una doble función: ser madre y padre a la vez. Tal es mi caso. <span id="fullpost"><br /><strong>Gracias a Dios</strong> tengo una madre maravillosa, <strong>Domitila</strong>, que siempre me apoyó con la crianza de mi pequeña hija, gracias también <strong>María</strong> (mi hermana menor), quien ha estado pendiente de ella cuando más me necesitó y no pude estar.<br />Así los meses transcurrieron rápidamente, pero querer retroceder el tiempo es imposible, <strong>me perdí la etapa más linda en todo niño</strong>, su infancia, ya que siempre me he dedicado íntegramente a trabajar y tarde reparé en que todo no marchaba bien. Era primordial el contar con un trabajo seguro y <strong>eso me demandaba cumplir con mis 8 horas de trabajo</strong>, seguidamente de mis 4 horas de estudio por las tardes, seguía entonces la carrera de analista de sistemas, posteriormente diseño gráfico, actualmente diseño publicitario. Tal vez me aboqué más a mi trabajo y estudios paralelamente, <strong>para brindarle un mejor futuro a Valery</strong>, sin pensar que<strong> estaría por enterarme de que ella presentaba algunos problemas de nacimiento</strong>.<br /><br /><strong><span style="font-size:130%;color:#933333;">El diagnóstico </span></strong><br />Cuando <strong>Valery</strong> tenía 2 años recién <strong>me percaté de que no hablaba nada</strong>, digo recién porque las veces que podíaa verla, <strong>la encontraba dormida </strong>y los días domingos transcurrían entre lavar ropa y organizar lo pendiente para la semana próxima, mi mamá me decía que se estaba demorando en hablar porque talvez aprendió a caminar rápido (a los 9 meses) y que era normal, porque si hablaba primero caminaba después o la inversa.<br />Pero <strong>decidí ahondar más</strong>, pedí vacaciones y empezó mi búsqueda, digo búsqueda porque me hallaba como <strong>situada dentro de un laberinto</strong>, parada simplemente en el vacío. Primero acudí al pediátra, el cual la revisó y aparentemente todo estaba bien. Entonces decidí llevarla a una evaluación psicomotriz, donde al evaluarla<strong> me dieron un diagnóstico un tanto inexacto</strong>, me explicaron que al realizarle entrenamientos para poner a prueba sus sentidos hallaron un detalle en su audición y me derivaron a una institución de rehabilitación para hacerle unos exámenes.<br />¿Reabilitacion? ¿Qué ha pasado? ¿Por qué? <strong>Miles de interrogantes se plasmaron en mi mente, sin tener una respuesta acertada.</strong> En efecto la llevé a dicho centro en el cual le hicieron una prueba llamada potenciales evocados para la cual tuvieron que sedarla completamente, le colocaron unos electrodos en su cabecita y extremos de ambos oídos, los cuales miden el porcentaje de decibeles que podemos percibir, digamos la audición total que poseemos.<br />Después de unos días fui presurosa por el resultado y valgan verdades <strong>se me cayó el cielo encima</strong>, no supe qué hacer.<strong> Valery era sorda en ambos oídos</strong>, pero mi mayor angustia sobrevino cuando el otorrinolaringologo me dijo que era <strong>sordera profun</strong>da y que no existían posibilidades, más bien un implante, pero que no estaba al alcance de mi economía.<br />Me<strong> ofrecían una rehabilitación basada en lenguaje de señas</strong>, donde yo también debía acudir para poder enseñarle a mi hija y seguidamente a todo mi entorno para entablar comunicación con ella.<br /><strong>Salí del consultorio sin recoger el resultado</strong> porque me hallaba totalmente incrédula, no acepté su sordera, mucho menos que no existiera solución, <strong>regresé al lugar donde le hicieron la evalución psicomotriz</strong> para definirle a la especialista el resultado que me habían dado. Entonces ella me refirió un<strong> centro peruano de audición, lenguaje y aprendizaje</strong>, donde estaban los mejores especialistas. Allí me despejarían todas mis dudas y seguramente con un poco de suerte podría hallar la solución de todos mis males y puedo decir con firmeza que no dude en ir en busca de esa luz que al menos quitó la oscuridad de mi camino.<br /><br /><strong><span style="font-size:130%;color:#933333;">Buscando ayuda</span></strong><br />Era el mes de <strong>mayo de 2003</strong>, mediante un enlace telefónico me citaron para el siguiente día, vieron a <strong>Valery</strong> y enseguida se encariñaron, la audióloga le hizo una<strong> audiometría de tonos puros</strong> , el más adecuado para su edad, la entrenaron un día para hacerle dicha prueba para poder reconocer cirtos sonidos y al hacerle la prueba el diagnóstico fue<strong> sordera neurosensorial bilateral en grado moderado severo</strong>, es decir que <strong>Valery</strong> poseía restos auditivos, si<strong> escuchaba pero en un 20% del total normal</strong>, pero escuchaba. Al menos ya tenía una esperanza.<br />Entonces me asesoré como empezar ayudar a <strong>Valery</strong> y me dijeron que necesitaba incluirla en el colegio que ellos mismos tenían, pero había que postular. <strong>Valery</strong> pasó varias pruebas, no solo médicas sino académicas, enhorabuena, estaba apta para el colegio.<br />Cuando decidí integrarla a dicho colegio,<strong> Fernando Wiese Eslava</strong>, me di con la sorpresa que la pensión era sumamente cara, y me encontré con la persona más humanitaria que había conocido, no solo por ser asistenta social, más bien diría yo, una bellísima persona: la señora <strong>Amalia</strong>.<br />Pero había que comparle a <strong>Valery</strong> unas <strong>prótesis auditivas –audífonos-,</strong> los cuales me resultaba casi imposible de adquirir. Decidí renunciar a mi centro de trabajo, necesitaba el dinero de mi liquidación y algunos extras que tenía, pero tampoco me alcanzaba, pero Dios está siempre allí, mis empleadores me preguntaron <strong>el por qué de tal decisión</strong> y tuve que contarles. Me citaron para la semana siguiente y con <strong>cheque en blanco en la mano</strong> me preguntaron el valor de dichos audífonos, yo temerosa les dije el valor y me dieron un cheque por la suma de los 2 audífonos de <strong>Valery</strong>. No podía creeerlo.<br />Pero <strong>no me quedé sin trabajo</strong>, seguí trabajando y estudiando, fue duro, más aún cuando se trata de una pequeñita de 2 años que tienes que despertar a las <strong>5.00 am</strong>. para que tome el desayuno, alistarla para poder salir rumbo al colegio a las 6.00 am. porque la distancia de mi casa al colegio es aproximadamente de 1 hora y media de camino. <strong>Teníamos que estar antes de las 8.00 am.</strong> Esa rutina tuvo que <strong>seguir durante 4 años consecutivos</strong>, pero valgan verdades, que valió la pena dicho sacrificio, y de eso puedo dar crédito solamente al primer mes de su ingreso cuando un día su profesora se acerca y me dice: <strong>Señora Valery está progresando bien</strong>. Entonces escucho entonar su primera palabra: <strong>Mamá</strong>. Fue la emoción más grande, porque para un niño sordo el articular una sola palabra es todo un reto y más si lo dice espontáneamente. Así se sumaron a su vocabulario tantas palabras.<br />Así pasaron los años, y su<strong> sordera moderada-severa es hoy sordera severa-profunda</strong>, ya que ha ido perdiendo más su audición, pero con la gracia de Dios, <strong>Valery</strong> ya aprendió a leer y escribir, sobre todo desarrolló una gran facultad: <strong>puede leer los labios y entender lo que le están hablando,</strong> maravillosa obra del señor que siempre nos da una sorpresa nueva.<br />Actualmente por iniciativa propia <strong>decidí integrarla a un colegio regular</strong> en el cual cursa el 1er grado de primaria, y ha sido todo un reto, porque no es lo mismo estar con niños sordos que con niños oyentes. La integración al comienzo ha sido difícil, tanto para <strong>Valery</strong>, como para su profesora, pero día a día lucha por mejorar su lenguaje y hacerse comprender, pero soy consciente que <strong>apenas hemos subido el primer peldaño</strong>, que nos falta mucho camino por recorrer, pero lo haremos porque ella es una luz que me ilumina.<br />Pero toda superación se encuentra en nuestra propia confianza, fe, seguridad, convicción, siempre que puedas siembra y cultiva una esperanza, conversa con gente positiva, se líder de ti mismo, <strong>porque tenemos una misión en esta vida: nuestros hijos</strong>, todo depende de nosotros y <strong>siempre que puedas tiéndele la mano a quien más lo necesita</strong>.<br /><br /><strong>Testimonio de Rosa Bustamante</strong><br /><br /><strong><span style="font-size:85%;color:#c0c0c0;">Publicado 17/02/08</span></strong> </span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8583572128869609709.post-64611097219099909912007-12-20T20:58:00.000-08:002007-12-20T20:59:16.609-08:00Ivanna, una hija tal como la soñéComo muchas madres, siempre esperamos la llegada del primer bebé con mucha alegría y mucho amor, eso es lo que esperábamos mi esposo <strong>Juan Carlos y yo</strong>. El embarazo de mi hija <strong>Ivanna</strong> tuvo muchos contratiempos empezando a sangrar los primeros meses, incluso el doctor me dijo que si no me cuidaba<strong> podía perder a mi bebé.<br /></strong>Los días pasaban y quien te dice que<strong> a los 4 meses el doctor me diagnostica POLIHIDRAMIOS</strong> (tenía mucho líquido amniótico), y se me complicó con una infección urinaria, bueno creo que me pasó de todo en mi embarazo. <span id="fullpost"><br />Sin saber que mi hija podía tener algo empecé a indagar en Internet, de los niños con <strong>Síndrome de Down</strong>, pues el hecho de tener <strong>POLIHIDRAMIOS</strong>, trae consigo un problemilla en los niños, bueno eso no siempre se da.<br />Incluso<strong> llegué a soñar a mi bebé tal y como me la dieron cuando di a luz por cesárea</strong>, mis ojos se llenaron de lágrimas de la emoción, sin saber que tenía algo. Pero lo que nunca me voy a olvidar es cuando el doctor me dijo: <strong>Señora, mírela bien a su bebé, solo eso le digo</strong>. Esas palabras están presentes en mí y pienso que nunca podré borrarlas de mi mente.<br />Estando en sala de recuperación <strong>yo llamaba al doctor porque no me traían a mi</strong> <strong>hija</strong>, sentía que algo malo le estaba pasando. Fue allí que el doctor llegó y me dijo, <strong>señora su hija es una niña especial</strong>. Lloré y lloré y me decía: por qué a mi Señor, yo que ningún mal hice a nadie. No sabía como podía reaccionar mi esposo. Pero <strong>sabía que Juan Carlos</strong> era un hombre maravilloso y que sería mi apoyo.<br />Soy conciente que a mi <strong>me costó mucho y aún me sigue costando</strong>, pero al final de todo amo a mi hija, tal vez yo soy más débil y lo que <strong>me molesta es que la gente ignorante</strong>, porque no hay otra palabra, la mire a mi hija como si fuera una cosa rara, como teniéndole lástima, eso es lo que me molesta.<br />Pero lo que me ayudó y me generó fortaleza para amar a mi hija y darle todo lo que pueda, es cuando <strong>al verla tan indefensa, internada en el hospital</strong>, sentía que algo malo le podía suceder. Pues justo cuando mi hija estuvo internada, había nacido otro niño, con <strong>Síndrome de Down</strong>, pero lo estaban desahuciando, pues estaba con bajo peso.<br />Es así que luego de una semana traumática en el hospital, con <strong>Ivanna</strong> salí de alta y un amigo, que fue el doctor que me atendió me dijo: <strong>No es el fin del mundo, ama a tu hija y dale todo lo que puedas</strong>. Esas fueron sus palabras. Cosas del destino, el doctor falleció víctima de un atropello. Sus palabras siempre las recuerdo: <strong>La vida es única, cuídala mucho a mi engreída.</strong><br />Hoy mi hija es linda, super renegona y super engreída. La amo un montón.<br /><p><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5139532444277076402" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5wjy6_fEI5M5QJkShlyvwNecVrdU0l1_SPv3QdN9tq7cb1Srl5b9s51IHVS65OxwefwSZ74jejJdPCL9DFqBSNuYdTqVQU-tQuBGrj-KALSLOQot4zZR7quEoMm_Xnkq75Lj_kVhcIEA2/s400/ivana-y-familia-en-colegio.gif" border="0" /></p><p><em>Ivanna en familia, asiste actualmente a un colegio regular, plenamente integrada.</em></p><p>Testimonio de <strong>Zaida Aguilar Zapata</strong><br /><strong><a href="mailto:taskichiyperu@yahoo.com">taskichiyperu@yahoo.com</a></strong><br /><span style="font-size:85%;color:#c0c0c0;"><strong><br />Publicado 03/12/07</span></strong></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8583572128869609709.post-29386536023213566312007-11-13T10:48:00.000-08:002007-11-13T10:49:18.740-08:00El día que llegó mi recibo telefónico en BrailleEn el mes de agosto tuve una grata sorpresa, <strong>¡recibí mi recibo telefónico en Braille! </strong>Recuerdo que alguien de mi familia me entregó el sobre, lo abrí y al revisar el contenido <strong>me sorprendió que fuese una hoja escrita en braille</strong>. Cuando la leí, mi sorpresa fue mayor al saber que <strong>era el recibo telefónico</strong> en el que se consignaba el monto total a pagar, especificando además el IGV.<span id="fullpost"><br /><strong>Era la primera vez que leía un recibo en braille</strong>. Sentía el gusto de poder saber el monto a pagar<strong> sin tener que recurrir a otra persona</strong> para que me de esa información. Sentía la alegría y <strong>la satisfacción que proporciona la independencia</strong>, algo que aprecio infinitamente.<br />Cuando seguí leyendo me enteré de que <strong>Telefónica me ofrecía ese recibo</strong> en un formato accesible, para mí, que <strong>soy una mujer ciega</strong> y además,<strong> sin ningún costo adicional</strong>.<br />Este hecho me hizo pensar en que <strong>Telefónica</strong> estaba sentando un precedente respecto de la atención de una empresa particular a las necesidades específicas de sus usuarios; hecho que es <strong>una muestra clara del concepto de responsabilidad social</strong> dirigida a la inclusión de un número significativo de ciudadanas y ciudadanos diferentes por presentar una discapacidad visual, pero <strong>iguales en la facultad de ejercer sus derechos</strong>.<br />Esperamos que un gesto como el de <strong>Telefónica</strong> invite a la reflexión y a la puesta en marcha de acciones semejantes <strong>por parte de distintas empresas</strong>. La idea es que poco a poco las características y necesidades de las personas con discapacidad sean tomadas en cuenta en todos los planes, programas, proyectos, acciones y servicios. Cuando esto empiece a ocurrir <strong>estaremos construyendo una sociedad inclusiva.<br /></strong><br /><strong>Madezha Cépeda<br />Docente ciega, Master en Integración de Personas con Discapacidad</strong><br /><br /><strong><span style="font-size:85%;color:#c0c0c0;">Publicado 16/10/07</span></span></strong>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8583572128869609709.post-57291856291068192792007-11-13T10:47:00.000-08:002007-11-13T10:48:04.567-08:00Testimonio de un periodista tras una nota con dos personas con discapacidadNo niego que <strong>la rutina periodística me llevó hacia ellos casi como una obligación más</strong>. A veces, en cuestiones del trabajo diario, uno tiene la cabeza pensando más en la hora de salida que en la de entrada. Pero la experiencia –<strong>ya con varios años en esta profesión</strong>- me resultó inédita: <strong>me fui de ambas entrevistas lamentando que el tiempo hubiera sido tan corto</strong>. Me quedé con ganas de seguir escuchándolos.<span id="fullpost"><br />Y es que hay situaciones que a uno lo tocan. <strong>Que lo hacen sentir realmente humano</strong>, que lo desvinculan –en buena hora- del odioso vértigo y las urgencias inmediatas <strong>de un mundo hecho para no pensar en nadie</strong>. O en casi nadie.<br />Conocer a <strong>Víctor Hugo Vargas</strong> y a <strong>Jane Cosar</strong> significó eso: <strong>dos lecciones inolvidables para aprender a vivir</strong>. <strong>Víctor Hugo</strong> empezó a perder la visión a los doce años de edad. Quedó ciego desde los dieciocho. A <strong>Jane</strong> la retinitis pigmentosa le degeneró el sentido de la vista desde los trece años. Cuando cumplió los diecisiete ya no veía nada.<br /><strong>Ambos entendieron que la vida no se acababa ahí</strong>. Se sobrepusieron a todo. Se hicieron profesionales. <strong>Jane</strong> formó una familia. Tiene tres hijas. Son historias reales, pero que parecen de fábula. No solo oírlos, sino comprobar su constancia y convicción, me terminó enseñando que <strong>lo peor es creerse derrotado</strong>. En cualquier situación inexplicable de la vida misma, en algún tenebroso y apartado rincón, en el más oscuro e indeseable laberinto, <strong>siempre habrá una luz</strong>. <strong>Víctor Hugo</strong> y <strong>Jane</strong> son la más irrefutable prueba de ello.<br /><br /><strong>Claudio Chaparro</strong><br /><strong>Periodista de la Revista Domingo del diario La República</strong><br /><br /><strong><span style="font-size:85%;color:#c0c0c0;">Publicado 16/10/07</span></span></strong>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8583572128869609709.post-35572368864325605572007-11-13T10:45:00.000-08:002007-11-13T10:46:51.633-08:00Un partido de tenis que impresiona Chile<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg750HK8tWZqKuVenyynZI21hiFRu4CW8Bej7One4sMQBNW1kXFL2R54V58nrKVXaLpw5KVKWDaFS5uO54ZKIScR_92XAF0GhlmrZaEy6m2jG-VW1uQ9HX3ZQhoEN9FvUpJj0QZsIj0Qw3B/s1600-h/gonzalez-02.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5121808586711861362" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg750HK8tWZqKuVenyynZI21hiFRu4CW8Bej7One4sMQBNW1kXFL2R54V58nrKVXaLpw5KVKWDaFS5uO54ZKIScR_92XAF0GhlmrZaEy6m2jG-VW1uQ9HX3ZQhoEN9FvUpJj0QZsIj0Qw3B/s400/gonzalez-02.gif" border="0" /></a><br /><div>Formalidad ante todo. Me presento: soy <strong>Leopoldo Iturra,</strong> periodista chileno de 35 años que ha pasado la mayor parte de su carrera <strong>escribiendo sobre tenis</strong>. Un fanático del fútbol y un oportunista que gozó de las bondades de ejercer justo cuando Chile, el país de los mapochinos, de los rotos, tuvo <strong>un tenista número uno del mundo llamado Marcelo Ríos</strong> y dos campeones olímpicos, <strong>Nicolás Massú y Fernando González</strong>. <span id="fullpost"><span id="fullpost"><br />Soy fanático del fútbol, pero <strong>la vida me ha hecho ver más tenis</strong>. Y lo he visto desde <strong>Canadá</strong> hasta la <strong>Patagonia</strong>. Desde <strong>Australia</strong> hasta una serie de Copa Davis en <strong>Harare</strong>, donde nos hicieron firmar un papel en el ministerio de información de <strong>Zimbabwe</strong> que decía que aceptábamos ser encarcelados si teníamos la poca decencia de hablar mal del excelentísimo presidente <strong>Roger Mugabe</strong>, un tipo que llevaba más de dos décadas en el poder.<br />Aunque no lo crean, después de leer esta introducción, <strong>no me siento vanidoso</strong>. Quizá sea vanidad decir que no lo siento. Lo cito sólo para explicarles que <strong>lo que vi en una calle santiaguina</strong> hace un par de semanas (02 de octubre) impactó a un tipo que ha visto hartas cosas con raquetas, pelotas y redes.<br />En <strong>Chile</strong> existe la <strong>Teletón</strong>, una obra benéfica encabezada por el animador <strong>Don Francisco</strong>, famoso por su programa transcontinental llamado <strong>Sábados Gigantes</strong> -créanme, era mucho mejor cuando lo hacían modestamente en Canal 13 y sólo para <strong>Chile</strong>- que recaudó <strong>230 millones de dólares</strong> el año pasado y que ayuda de los niños impedidos, como les llaman por acá a los pequeños con discapacidad física. Una obra que une a los chilenos, pero que también los divide entre los incondicionales y los escépticos, entre los que me incluyo después de saber cuánto cobraban los desinteresados rostros televisivos que supuestamente son el paradigma de la solidaridad.<br /><strong>Róbinson Méndez,</strong> No. 20 del mundo en tenis en silla de ruedas, se midió contra <strong>Fernando González</strong> en el paseo Ahumada de Santiago, la calle más concurrida del centro, a tres cuadras de <strong>la pequeña</strong> <strong>Lima</strong>, el lugar donde se reúnen los casi 70 mil peruanos que viven en nuestra capital. La idea era entusiasmar a la gente con la <strong>Teletón</strong>. La idea digámoslo, no es nueva: <strong>Federer y Nadal</strong> jugaron alguna vez en la calle 56 de <strong>Nueva York</strong>. Lo que sí fue nuevo, por lo menos para mí, fue ver lo que vi en el <strong>Paseo Ahumada</strong>.<br /><strong>Méndez</strong> metió un par de <strong>passing shots</strong>, ese tiro que deja sin opción al rival que está el red y que generalmente se estira esterilmente como si fuera un arquero de fútbol. Apretaba las manos y celebraba sus puntos notables. Se <strong>movía como una gacela, y eso que estaba en una silla de ruedas</strong>. El tipo contagiaba con su estusiasmo, con su garra, con su voluntad de querer ganarle al No. 6 del mundo, al finalista de <strong>Australia</strong>, al candidato al<strong> masters de Shanghai</strong>.<br />Ganó <strong>González</strong> por 6-2. El <strong>Bombardero de La Reina</strong> elogia a <strong>Méndez</strong>. El tenista en silla de ruedas toma el micrófono y dice: <em>"Quiero que la gente entienda que esto no es un hobbie para mí. Es mi trabajo. Yo también soy un tenista profesional".</em><br />Debo confesar que al inicio del partido, sentí un poco de lástima. Pensé y me dije: <em>"Pobrecito Róbinson, qué lástima que con esa muñeca no pueda jugar tenis de verdad".</em> Al final todo cambió. Pensé que <strong>Méndez</strong> no era un pobrecito, que lo suyo <strong>era más loable que el sexto lugar en el ATP</strong> o la <strong>medalla de oro olímpica de González</strong>.<br />Lo suyo, lo de <strong>Róbinson Méndez</strong>, era digno, era de una grandeza inconmesurable. Era una lección para todos. La lección de un profesional ciento por ciento.<br /><br /><strong>Leopoldo Iturra</strong></div></span></span><div><strong>Periodista de Las Últimas Noticias de Chile</strong></div><div> </div><div><strong></strong></div><div><strong></strong></div><div></div><span id="fullpost"><div><strong><span style="font-size:85%;color:#c0c0c0;">Publicado 16/10/07</span></span></strong></div></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8583572128869609709.post-1159231317663553172007-11-13T10:42:00.000-08:002007-11-13T10:45:01.424-08:00Padres Ayudando a Padres cumple un añoCuando noté cómo<strong> lloraba una madre de familia</strong> que asistía al <strong>primer taller de nuestra asociación</strong> pude darme cuenta que había mucha gente que se sentía sola, deprimida, incomprendida, desamparada, sin esperanzas… cuando tienes un hijo te cambia la vida, y si este bello regalo de <strong>Dios</strong> tiene capacidades o habilidades diferentes, te cambia la vida aún más, y esa señora que ya ha asistido a casi todos los talleres que hemos realizado hoy puede sonreír y decir orgullosa tengo una hija con <strong>Síndrome de Down</strong>, y así muchas otras personas -que asistieron al primer taller un sábado 14 de octubre de 2006, en el <strong>Policlínico de la Parroquia San Benito</strong>- ahora se sienten más tranquilas emocionalmente, se sienten con muchas ganas de aprender, porque ellos, los ángeles que <strong>Dios</strong> nos envió, nos dan fuerza, energía, vitalidad, esperanza y motivación para seguir adelante. Es reconfortante encontrarme en el mercado donde suelo ir con personas que me dicen señora estoy aplicando lo que aprendí en el taller sobre controlar las conductas inadecuadas y me ha ido bien con mi hija, ya no se tira al suelo ni tampoco grita… Señora me sirvió el taller para comunicarme mejor con mi hijo... Que bueno que <strong>Padres Ayudando a Padres, Asociación Taskichiyperu</strong> tenga esos frutos en este corto tiempo, porque un año es poco tiempo para una institución tan pequeña que comenzó a soñar desde 2004 y que recién en 2006 pudo iniciar su proyecto. Es un tiempo bastante mínimo para ya estar cumpliendo uno de nuestros objetivos principales, como es el de brindar mejor calidad de vida a los padres de familia que tienen en sus hogares una persona con capacidades diferentes. Yo misma en este tiempo también he aprendido como madre, a ya no llorar de los tropiezos de <strong>Héctor</strong>, mi hijo, en no deprimirme cuando no aprende algo, en no sentirme menos en relación con otras madres de familia que sus hijos no tienen capacidades diferentes. Me reconforto ahora con la energía que me brindan los padres de familia en cada taller, en cada reunión, en esos encuentros por la calle cuando preguntan señora <strong>Isabel</strong> cuando será el próximo Taller y de qué se va tratar, demostrando el interés que tienen por aprender más. Yo misma me revitalizo con el abrazo fuerte y sincero. Eso hace que cada día me relacione mejor con <strong>Héctor</strong>, hace que cada día le diga más de 10 veces: <strong>Héctor</strong> te amo, estoy muy orgullosa de ti. Le agradezco a Dios por darme un hijo tan inteligente y hábil como tú. Él me mira fijamente y me llena de besos porque aunque no hable fluidamente, con sus gestos me dice muchas cosas, y sé que este gran proyecto que se inició hace ya un año, dará otros frutos con todos los padres de familia, con todos los consultores que desinteresadamente dijeron sí, yo voy a dar el taller, no importa en qué lugar se realice, sí <strong>Isabel</strong> te ayudo a repartir volantes, a pegar afiches, avisar a la comunidad, y si pues, nuestra comunidad, la de<strong> San Juan de Lurigancho</strong>, se está sensibilizando ante tanta existencia de personas con capacidades diferentes, ante tanta ignorancia que aún puede existir, en los micros especialmente, donde creen que nuestros hijos son “bichos raros”, pero que poco a poco se dan cuenta que tienen las mismas oportunidades que nosotros, que tienen los mismos derechos que nosotros, que son PERSONAS… Hoy, a un año de iniciar el proyecto, <strong>algunos padres, motivados por nuestros talleres, decidieron matricular a sus hijos en un colegio regular</strong> y los profesores arriesgaron en aceptarlos, porque tienen casi el mismo nivel intelectual que una persona que no tuvo limitaciones al nacer, ni económicas, ni físicas. Hoy, a un año, algunos padres salen con sus hijos a la alameda de la zona donde vivo a pasear, a jugar pelota, a decirles al mundo soy feliz de tener un hijo con capacidades diferentes. Hoy, a un año, algunos padres conversan con sus hijos y le dicen: <strong>TE QUIERO, HIJO TE AMO</strong>. Hoy, a un año, podemos decir estamos cumpliendo nuestra misión, esa que Dios me envió cuando llegó Héctor a este mundo. Tenemos aún mucho camino que recorrer, muchas puertas que tocar, muchos padres de familia que convencer, porque aún siendo los talleres gratuitos hay padres que se resisten aceptar a sus hijos con capacidades diferentes, y creen que nuestros talleres no los van ayudar en nada a ser mejores padres. Agradecemos, primero, a los padres de familia, ya que sin ellos <strong>Taskichiyperu</strong> no existiría, y segundo, a todos los profesionales que con su apoyo, con sus exposiciones, con su voz de aliento, nos hacen seguir adelante, siempre dispuestos a colaborar brindándonos entrevistas, brindándonos las últimas noticias en lo que ha medicina se refiere, en fin, mencionarlos a todos sería ingrato si olvido un nombre, pero creo resumir en este breve testimonio lo que significa para mí como madre y profesional el primer aniversario de nuestra institución. Y<strong> esto no hubiera sido posible sin la presencia de Héctor</strong> <strong>Martín,</strong> la razón de mi vida, la fuerza diaria para seguir adelante, la motivación principal para continuar trabajando por las familias que tienen en sus hogares a un persona con capacidades diferentes, gracias a todos, pero especialmente al ángel que tengo en casa… gracias hijo por cambiar mi vida y especialmente por hacerla feliz todos los días… Alguien me dijo los ángeles no están en el cielo, están a tú lado y es verdad, están a nuestro lado todos los días. Me emociono tanto al escribir siempre de <strong>Héctor</strong> y especialmente de <strong>Padres Ayudando a Padres</strong>, un gran proyecto que ahora es una realidad y viene poco a poco cumpliendo sus objetivos. Gracias nuevamente a todos. A los que visitan nuestro página en internet y lo recomiendan. A quienes observan nuestro videos educativos y los difunden. A los que nos dicen sigan adelante, lograrán todo con mucha fe. Gracias de verdad. Solamente gracias.<br /><br />Isabel Salgado Amado<br />Director Académica<br /><a href="mailto:taskichiyperu@speedy.com.pe">taskichiyperu@speedy.com.pe</a><br /><br /><strong><span style="font-size:85%;color:#c0c0c0;">Publicado 14/10/07</span></strong>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8583572128869609709.post-25547406631808019772007-09-03T23:17:00.001-07:002007-09-03T23:17:44.460-07:00Una columna que publicó Clarín de Argentina y queremos agradecerEl domingo 26 de agosto el colega argentino <strong>Marcelo Moreno</strong>, un periodista de aquellos, publicó en su habitual columna <strong>Disparador</strong>, del diario <strong>Clarín</strong> de Argentina, el artículo que transcribo a continuación. Con Marcelo surgió una relación que puedo definir como amistad sin temor a equivocarme, fue quien me abrió las puertas del prestigioso diario argentino para una semana de actualización profesional y fue con quien compartí la experiencia de resideñar el diario oficial <strong>El Peruano</strong> con ocasión de sus 180 años.<br />Por esa confianza, apenas producido el terremoto establecí un contacto con él remitiendo algunas cosas, buenas y malas, que estaban sucediendo en nuestro país en medio del dolor que nos tocó afrontar. Pretendía, además, que el mundo siga mirando al <strong>Perú</strong> y remita más ayuda para tantas familias que aún hoy esperan y demandan por auxilio, como el caso de nuestros hermanos con discapacidad. Lo que terminó publicando en la edición impresa de <strong>Clarín</strong>, el día que su diario vende un millón de ejemplares, lo leerá a continuación. Para Marcelo mi pública gratitud. <em><strong>(Jaime Tipe)<span id="fullpost"></strong></em></span> <span id="fullpost"><br />...<br /><strong>Un terremoto, Malvinas y la solidaridad en la alcantarilla</strong><br /><br /><strong>Marcelo A. Moreno </strong><br />Me escribe desde Lima mi amigo <strong>Jaime Tipe Sánchez</strong>, notable periodista peruano, y me cuenta las tantísimas penas y algún milagro que por estos días ocurren en esa ciudad sin lluvia, en la que deslumbra el barroco español y las culturas andinas y de una vitalidad tan a flor de piel que siendo tan antigua "luce" -como dicen lindamente los limeños- por demás joven.<br />Y me dice Jaime que lo primero que apareció, el mismo día que rugía el terremoto y <strong>Pisco</strong> se transformaba en un montón de muerte y ruinas, fue lo peor: los taxistas limeños notaron a la gente desesperada por llegar a sus hogares y decidieron cobrar el doble. Y, por la gran demanda, pudieron con la canallada.<br />Más allá del improbable número de muertos -podrían ascender a <strong>700</strong>- hubo miles de víctimas, entre los heridos, los que se quedaron sin nada y los que llevan luto y desolación en el alma. Pero también, beneficiados. Los supermercados, por ejemplo, que vendieron 80% más de envases con agua, que tantos compraron para enviar a los que gemían de sed a cámara desde la intimidad del desastre.<br />Y la ayuda gubernamental a los damnificados -esto lo detalló con precisión la enviada de <strong>Clarín</strong> en la zona de <strong>Pisco</strong>- fue escasa, a destiempo y tan mal organizada que algunos de sus responsables se lo terminaron reconociendo a <strong>Carolina Brunstein</strong>.<br />Pero si muy cerca de <strong>Pisco</strong> explotó el terremoto, en la temblequeante <strong>Lima</strong> explotó una sensibilidad nueva. <em>"A los peruanos se nos critica -me escribe Jaime- nuestra falta de unión y solidaridad, pero ha sido una situación extrema la que ha servido para demostrar la pasta de la que estamos hechos. En estos días en Lima nadie sabe decir no cuando hay que acudir a realizar alguna labor o hacer alguna donación".</em><br /><em>"Hoy Lima es la sociedad perfecta: se han olvidado las clases sociales y cualquier diferencia",</em> sigue. Al día siguiente del tembladeral pobladores de <strong>Ciudadela Pachacutec</strong> -una extensa villa miseria- arrimaron al <strong>Estadio Nacional</strong>, donde se almacena la ayuda, un micro repleto de ropa y víveres. <em>"Son gente que tiene apenas</em> -escribe Jaime- <em>pero que llegaron declarando que había otros más necesitados y que allí estaban ellos para dar lo que podían."</em><br />Todo me hizo atrasar el reloj y recordar a la colecta por <strong>Malvinas</strong>: aquellos viejitos emocionados que regalaban sus anillos de bodas por TV. Y en medio de la sordidez de la trama, esa solidaridad resplandeciente que se perdió, robó o terminó vertida en las alcantarillas.<br />Peruanos, salvadoreños, bolivianos, uruguayos, brasileños, argentinos somos -¿qué duda cabe?- diferentes pero nos iguala la historia, los mismos depredadores, idénticas injusticias y los castigos, tan parecidos y desmesurados.<br /><strong>Borges</strong>, en su <em>"Poema conjetural",</em> le hace pensar a <strong>Francisco de Laprida</strong>, herido de muerte por los bárbaros de <strong>Aldao</strong>:<br />"Yo que anhelé ser otro, ser un hombre/<br />de sentencias, de libros, de dictámenes/<br />a cielo abierto yaceré entre ciénagas;/<br />pero me endiosa el pecho inexplicable/<br />un júbilo secreto. Al fin me encuentro/<br />con mi destino sudamericano". </span><br /><span style="font-size:0;"><br /></span><span style="font-size:100%;color:#933333;">http://www.clarin.com/diario/2007/08/26/sociedad/s-05003.htm</span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8583572128869609709.post-20139906116318739552007-09-03T23:12:00.001-07:002007-09-03T23:14:23.302-07:00Cuando los peruanos nos atrevemosCinco de la tarde, <strong>el frío puede transformarse en calor</strong> y de pronto <strong>una tarde gris tomar color</strong>. Una mutación que miles de corazones limeños han hecho posible con su arribo al <strong>Estadio Nacional</strong> llevando lo que han logrado reunir o comprar. Está demostrado, <strong>hay solidaridad entre peruanos</strong>. Sabemos acudir en auxilio de quienes más lo necesitan. Y de verdad que conmueve ver hombre y mujeres de los distritos capitalinos entregando sus donaciones para las miles de familias que <strong>perdieron todo en dos minutos de terror</strong>.<br /><strong>Padres Ayudando a Padres, Asociación Taskichiyperu</strong>, reunió en algunas horas prendas de abrigo y mantas que acudió a llevar a la explanada del recinto deportivo. Las familias de la <strong>Urbanización Las Flores, en San Juan de Lurigancho</strong>, respondieron de inmediato a la convocatoria. Otra muestra de las ganas de colaborar que hoy vemos con agrado se han multiplicado en el país. Nuestro arribo al estadio fue el encuentro con la mayor muestra de bondad de los peruanos.<span id="fullpost"><br /><em>"Solo traje estas dos botellas de agua",</em> dice con humildad una madre de familia que toma de la mano a dos niñas. Pero ellas saben que han ofrecido lo que realmente tienen desde lo más hondo de su solidaridad. Han llegado allí desde <strong>Carabayllo</strong>. Se han apresurado en acudir a esa desesperada llamada de auxilio que se escucha en <strong>Ica, Pisco, Cañete, Chincha, Huancavelica</strong>...<br /><em>"Por favor quédese a colaborar",</em> invocan cerca de allí dos jóvenes de <strong>Defensa Civil</strong> que solicitan más manos para embalar la ayuda que comienza a desbordar la explanada del Estadio Nacional. <em>"Mamá nos quedamos",</em> toma la iniciativa una adolescente. Y madre e hija se ponen a trabajar. "<em>Yo también quiero apoyar", </em>se acerca un joven que ha dejado unos víveres que trajo desde <strong>Ate</strong> en una mochila y se suma al entusiasta grupo. <em>"Más manos por favor",</em> grita una voluntaria trepada a un camión. Una fila se forma de inmediato. Son decenas de chicos y chicas que inician el lento proceso de subir cientos de bolsas a los containers. La mayoría de ellos apenas se conocen, <strong>una tragedia los ha unido</strong> y es más que probable que tras horas de labor surgan muchas amistades y <strong>una experiencia que transformará su visión de la vida</strong>.<br /><em>"Por aquí quienes quieran ordenar la ropa",</em> se oye otro pedido. En esa explanada que recorren cientos de personas con bolsas y paquetes en mano nadie sabe decir no. Se forma otro grupo de voluntarios surgidos del <strong>entusiasmo más sincero</strong> que hayamos podido presenciar.<br />Aunque pocos estén entrenados en labores parecidas se observa orden y organización. Han podido cargar en casi <strong>hora y media dos camiones con botellas y bidones de agua</strong> que salen rumbo al <strong>Grupo Aéreo Nº8</strong>. Otro vehículo pesado está por partir a la zona del desastre con ropa, frazadas y las fatídicas bolsas para los cadáveres.<br />En otra zona, <strong>padres e hijos seleccionan víveres</strong> mientras unas adolescentes se trepan a los cerros de prendas de vestir para iniciar la selección de ropa junto a varios soldados. <em>"Nos gana la noche, por favor quienes puedan venir también mañana y traer amigos y amigas, aquí los esperamos"</em>, invoca uno de los militares que apoya al personal de <strong>Defensa Civil</strong>. Ese ejército de la solidaridad se multiplicó al día siguiente demostrando que si sabemos unirnos en la tragedia y el dolor, también lo podemos hacer por causas que sean más felices. Cuestión de atreverse, como esa tarde del viernes.<br /><br />Jaime Tipe Sánchez<br /><a href="mailto:taskichiyperu@yahoo.com">taskichiyperu@yahoo.com</a><br /><br /><strong><span style="font-size:85%;color:#999999;">Publicado 18/08/07</span></span></strong>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8583572128869609709.post-35013288771025721692007-08-04T21:01:00.000-07:002007-08-04T21:03:13.855-07:00Gracias por cambiar mi vida hijo<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi83lNV3Il1IWIFB73rJyNyedzhI2HRw0-aWV09TED1pg-iUigQ-_KBjAUGdtX4Mld2WRC9nU7PxaLnB5SwBqyJMxVzC1quhq6NpTKljTup1NQTyNx_dZepYBuV5gxDPChq-tAOJf6PGtGa/s1600-h/Collage.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5076171211362642386" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi83lNV3Il1IWIFB73rJyNyedzhI2HRw0-aWV09TED1pg-iUigQ-_KBjAUGdtX4Mld2WRC9nU7PxaLnB5SwBqyJMxVzC1quhq6NpTKljTup1NQTyNx_dZepYBuV5gxDPChq-tAOJf6PGtGa/s400/Collage.gif" border="0" /></a><em><span style="font-size:85%;">Héctor y Jaime, a los 7 años. Más que una semejanza física... Las huellas de padre e hijo y la foto de la reciente reunión por el Día del Padre en el Centro Ann Sullivan.</span></em><br /><br /><div>Había planeado tantas cosas contigo.<br />…Guardé en una bolsa <strong>los soldados que me regaló mi padre</strong> en mi infancia y que tanto disfruté. <strong>Quería que sean para ti</strong>. Pero apenas nos dieron tiempo para jugar. Tu vida fue terapias y desafíos tempranos. <strong>Te hiciste hombre mucho antes de lo que esperaba</strong>. Había que priorizar en tu vida otro tipo de recreaciones <strong>para derrotar esos pronósticos que se atrevían a decir que ni caminarías</strong>. Otras eran nuestras urgencias. <strong>Nunca pudimos abrir esa bolsa.</strong><br />Si tengo <strong>un hijo hombre se llamará Héctor,</strong> decía. Te esperaba, pero no me atrevía a ser padre. Pero un día llegaste.<strong> Aguardé con angustia y ansiedad las horas que duró la cesárea que te trajo al mundo</strong>. Vi a tu madre sufrir por ti y me angustié. Te acompañé en una ambulancia, en silencio, <strong>contemplando cómo te agitabas por respirar dentro de una incubadora</strong>, recorriendo parte de Lima, con prisa por llegar al Hospital Almenara. <strong>No sabía que comenzabas a transformar mi vida.<br /></strong>Pequeño, menudo, internado en cuidados intensivos, como si la vida te exigiera el doble para darte un espacio en este mundo. <strong>He oído tu llanto de soledad, ese que reclamaba el pecho ausente de tu madre</strong>, imagino que sufriendo en el otro hospital donde tenía que quedarse. <strong>Cómo consolarte</strong>, cómo penetrar mi amor por el vidrio de esa incubadora, <strong>cómo tomarte y decirte: aquí estoy hijo.<br /></strong>El destino <strong>decidió que viviera así mi paternidad</strong>. Pensaba entonces por qué debíamos pasar tú y yo todo esto. <strong>No entendía el mensaje que traías</strong> y las lecciones que contigo aprendí. He pasado <strong>del dolor a la angustia</strong>. De la angustia al temor. Del temor a la ilusión. De la ilusión a la esperanza. <strong>De la esperanza a la felicidad</strong>.<br /><strong>Me has enseñado otra vez a planear cosas contigo.</strong><br />…Espero verte hombre, profesional y feliz. <strong>Aguardo que esta sociedad</strong>, que aún le cuesta integrar a personas que tienen otras capacidades y habilidades,<strong> termine por entender que lo estándar no existe</strong>. Que todos somos diferentes... Estamos caminando juntos hijo. <strong>Gracias por cambiar mi vida</strong>. Me has enseñado que solo es imposible aquello que se deja de hacer.</div><div><br /><span style="color:#933333;"><strong>Jaime Tipe Sánchez</strong></span></div><div><a href="mailto:taskichiyperu@yahoo.com"><span style="color:#933333;"><strong>taskichiyperu@yahoo.com</strong></span></a></div><div> </div><div><strong><span style="font-size:85%;color:#999999;">Publicado 15/06/07</span></strong></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8583572128869609709.post-10602509686306494262007-08-04T20:59:00.000-07:002007-08-04T21:01:22.196-07:00Qué es ser madreEscribir acerca de esta fecha tan importante en el calendario mundial es para mí, emocionante, mágico, conmovedor y especialmente <strong>me envuelve en una tela llena de sensibilidad</strong>, gracias al cielo y a Dios tengo a mi madre a mi lado, y <strong>gracias a Héctor hace 10 años</strong> puedo celebrar el<strong> Día de la Madre.</strong><br />Primero <strong>quiero felicitar a todas las madres del mundo</strong> porque son las mujeres más luchadoras y trabajadoras. Segundo <strong>hablarles de mi experiencia como madre</strong> de un niño con capacidades diferentes<strong>.</strong><br />Para nosotras es un reto sacar adelante a una persona que por lo general la sociedad condena como carga o un ser sin mayor futuro. Pero como siempre nos dice <strong>Liliana Mayo -</strong>directora del <strong>Centro Ann Sullivan del Perú</strong>, lugar donde mi hijo Héctor estudia hace 5 años- "ustedes con las verdaderas madres coraje". Y creo que tiene mucha razón.<br />Fue <strong>en el colegio de mi hijo que</strong> <strong>terminé de descubrir sus habilidades</strong>, conocí a muchas hermanas del alma y me sentí orgullosa de tener una persona con capacidades diferentes como miembro de mi familia. Fue una larga enseñanza que hoy he asimilado.<br />El jueves pasado mi hijo <strong>bailó un carnaval arequipeño en la actuación por el Día de la Madre</strong>, fue el niño más feliz, verlo zapatear y gritar con las especialistas y sus bellos amiguitos me generó un nudo en la garganta.<br />Simplemente verlo ahí en el auditorio, donde muchas veces he subido a recibir diplomas por <strong>ser madre-maestra de Héctor</strong>, donde muchas veces tuve vergüenza de dirigirme al público, donde muchas veces bailamos con las madres del Centro, <strong>me generó muchas emociones</strong>.<br />Héctor compartía su alegría con sus amiguitos<strong>, disfrutaba la actuación y yo me sentía feliz de estar viendo más progresos suyos</strong>, compartir con él sus alegrías, sus logros (que son muchos), consolarlo, alentarlo, ayudarlo, acompañar sus sueños, eso y más <strong>es ser madre</strong>.<br />En el aula, luego de la actuación, hubo un pequeño agasajo y me dijo <strong>MAMA TE AMO</strong>… Me costó un año, sí, un año, <strong>enseñarle a pronunciar esas tres palabras</strong>, tan simples de decir para cualquier persona, pero con tanto contenido sentimental y emocional, <strong>eso es ser madre</strong>... Cada detalle, cada día, <strong>cada caricia, cada expresión de cariño</strong> y agradecimiento cuando me besa las manos si le gustó lo que cociné, <strong>eso es ser madre</strong>...<br />Caen <strong>lágrimas en mi rostro cuando escribo estas líneas</strong>, por eso me demoré tantos días en expresar mi sentir, acerca de lo que es <strong>SER MADRE</strong>…<br />Tener <strong>un niño con capacidades diferentes es mágico, agradable, espectacular, maravilloso.</strong> Se me agotan las palabras para explicar claramente qué se siente todos los segundos domingos de mayo, cuando Héctor baila para mí, <strong>cuando me entrega el trabajo manual que lo hizo con tanto cariño</strong>, cuando progresa en el uso del <strong>PECS</strong> (sistema de intercambio de figuras) y con ellas me dice lo que necesita, con esas figuras, me dice lo que siente, como cuando me nota triste y dice: <strong>"uyyyy…".</strong><br />Cuando <strong>está a mi lado o caminamos uno al lado del otro</strong>, es para mí muy reconfortante, cuando no hace mucho me decían que Héctor no pasaría la noche, cuando no hace mucho me decían que no iba a caminar, <strong>cuando no hace mucho me decían que iba a usar silla de ruedas de por vida</strong>. Hoy que lo veo sonreír, correr, caminar y más aún aprendiendo a nadar, veo que tantas horas de terapias, desvelos y enseñanza están dando frutos y derrotando pésimos pronósticos... <strong>eso SER MADRE.</strong><br />No quiero terminar este testimonio sin dejar de decir <strong>GRACIAS MAMA</strong>, por haberme dado la vida, <strong>GRACIAS MAMA</strong>, por tus consejos que aún me los brindas, <strong>GRACIAS MAMA</strong> por haberme regañado cuando lo merecía, <strong>GRACIAS MAMA</strong>, por haberme ayudado a sacar adelante a Héctor, y gracias a todas las madres del <strong>Ann Sullivan</strong>, que con sus experiencias, con sus abrazos salvadores, con sus sonrisas, y sus tristezas, <strong>han hecho que cada día y cada año, pueda celebrar el Día de la Madre </strong>con muchas más ganas que el anterior.<br />Y porque no decirlo <strong>gracias al padre de Héctor</strong> quien también forma parte de esta historia, del haber sido madre, porque siempre estuvo ahí, y está, cuando lo necesitaba, porque fue él quien conoció primero a mi hijo, y si la primera palabra que intentó decir fue papá, bueno la segunda, la que tenía en el corazón fue <strong>MAMA</strong>.<br />Queridas madres de las<strong> personas que tienen y que no tienen capacidades diferentes</strong>, disfruten cada minuto de vida de sus hijos, porque son como una estrella fugaz, de un momento a otro, ya crecieron,<strong> y siempre díganles lo mucho que los aman.</strong><br />Con mucho cariño, aprecio y especialmente amistad: <strong>FELIZ DIA DE LAS MADRES.</strong><br /><br /><span style="color:#933333;"><strong>Isabel Salgado Amado</strong></span><br /><a href="mailto:taskichiyperu@yahoo.com">taskichiyperu@yahoo.com</a><br /><br /><strong><span style="font-size:85%;color:#999999;">Publicado 12/05/07</span></strong>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8583572128869609709.post-7206493196752091122007-08-04T20:56:00.000-07:002007-08-04T20:58:54.818-07:00David, el maestro de María<img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5051830921994806914" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgi8S9C7C0ECJfTiXfYUK6ACcHgKbsoQ1OqloJ-DDpyyzMp-EdFj1EBbHk4owbyzen8gtEV-aZrk1FftDcEWcExgzgBIikF12YlRbIrlQTuq2sDnJ_rMx-OKpAdniRH_27rpWwP4Kg4HuiZ/s400/DSC02740.gif" border="0" /> <em>Madre e hijo llegando al Centro Ann Sullivan. Once años de lucha de María por sacar adelante a David. (Foto: Taskichiyperu)</em><br /><br /><div><strong>David</strong>, fue un hijo muy esperado, tan esperado que hicimos todo para él, su ropita, su ambiente, su cuarto, pero conforme fue pasando el tiempo yo notaba que él era muy concentrado en mi persona. Mucho <strong>era mamá, mamá, todo era mamá</strong> y poco a poco fue creciendo y casi no le prestaba importancia a mi esposo. Entonces, cuando yo veía eso, cuando él se iba a trabajar temprano, <strong>sacaba la ropita de su padre, su pijama y lo ponía debajo de la almohada de David</strong>, y así, fue mi idea, se comenzó a ligar más a su papá.<br />A los<strong> dos años y ocho meses cuando David comenzaba a pronunciar varias palabras</strong> de un momento a otro comenzó a taparse los oídos y se movía de un lado a otro gritando, me impresionaba ver eso. Mi esposo me decía, no negra, lo que pasa es que eres muy aprehensiva, <strong>mi hijo es normal, sino que no le gusta sentir la bulla de las cosas</strong>. Pero yo como madre pensaba no puede ser, así que comencé a recurrir a diferentes sitios, clínicas, hospitales, policlínicos… <strong>y en ningún sitio me dieron un diagnóstico.</strong> Señora me decían,<strong> su niño es completamente normal</strong>, está sanito, usted es la enferma.<br /><strong>David comenzó a convulsionar a los 5 años de edad</strong>, parecía que la comida se le quedaba, como que era indigestión, y era una convulsión. Eso me decía que algo malo pasaba, entonces <strong>recurrí donde un especialista, lo evaluaron y efectivamente mi hijo iba a comenzar a convulsionar con frecuencia</strong>, entonces me di cuenta, después de mes y medio, en el Hospital Cayetano Heredia, cuál era su realidad.<br />El <strong>doctor Guillén</strong>, que es su especialista lo trata desde entonces, consume 3 pastillas de Valcote de 125 mg, en la mañana, y dos cápsulas en la noche de 125 mg, su diagnóstico es <strong>Rasgos de Autismo Leve.</strong><br />Con <strong>David he descubierto mucho amor</strong> (tengo dos hijos, David es el mayor y Benjamín el segundo). Con él <strong>he aprendido a ser un poco tolerante ante todas las cosas</strong>, en realidad, es mi maestro, aunque el resto de personas me dicen: pero debes internarlo porque te estás acabando la vida, primero te mueres tú, y después él.<br /><strong>David tiene hoy 11 años,</strong> estudia en el Centro Ann Sullivan del Perú, donde aprendió mucho de lo que sabe. Hoy saluda correctamente, a los hombres les extiende la mano y a las mujeres les da un besito. <strong>Sabe poner la mesa, se viste solo, camina independientemente</strong>, ya no se corre, echa agua a las plantas. David no es verbal, aunque de vez en cuando le salen algunas palabras, no tiene fluidez en sus palabras.<strong> Se sirve su comida, ya le echa mantequilla a su pan</strong>, levanta la waflera para meter el pan, y también maneja el horno microondas.</div><div>La expectativa con <strong>David es que sea más independiente</strong>, es lo que más deseo para que no sufra más adelante, que de repente sea una carga para su hermano, o para quien se quede con él en un futuro.<br />Lo que yo <strong>les puedo aconsejar</strong> a todas las madres, a todos los padres, que realmente quieran a sus hijos cuando descubren que tienen <strong>alguna habilidad diferente</strong>, porque no es problema, <strong>el problema se lo damos nosotros</strong>, ya lo tachamos, <strong>porque nos concentramos más en lo que no pueden hacer</strong>, en que babea, en que no puede caminar o que no pueden ingerir sus alimentos y que se asfixian y dejan de mirar su potencial. </div><div>Yo<strong> me la pasé fijándome y concentrándome en las limitaciones de Da</strong>vid, y por esa razón, mi hijo se demoró en hacer muchas cosas, <strong>si yo hubiera descubierto que tenía</strong> <strong>autismo</strong> y alguien me decía María fíjate lo que tiene tu hijo hubiera avanzando más de lo que ha avanzado hasta hoy.<br /><br /><span style="color:#933333;"><span style="color:#000000;">Testimonio de</span><strong> María Castillo Franco</strong></span></div><div><strong><span style="color:#933333;">Redacción Taskichiyperu</span></strong></div><div><strong><span style="color:#3333ff;"></span></strong></div><div><strong><span style="font-size:85%;color:#999999;">Publicado 10/04/07</span></strong></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8583572128869609709.post-20016877943449862442007-08-04T20:53:00.001-07:002007-08-04T20:54:29.121-07:00Ver con el corazón<strong>Miguel</strong> era un muchacho a quien le gustaba mucho el fútbol, de hecho, pertenecía a un club muy popular en su barrio. Siempre que su equipo jugaba<strong> se veía al padre de Miguel</strong> en las tribunas, alentando al equipo de su hijo.<br />Sin embargo, había un detalle, <strong>el entrenador nunca consideraba a Miguel de titular</strong>, y las pocas veces que lo hacía ingresar al campo, él lo hacía con desgano y mal. A pesar de eso, Miguel <strong>siempre iba acompañado de su padre a los partidos</strong> y siempre se veía a su padre como el más entusiasta de los hinchas.<br />Sucedió que un día antes del partido más importante de esa temporada <strong>el padre de Miguel cayó enfermo y no pudo asistir</strong>. El día del encuentro ya en los camarines y mientras los jugadores se alistaban para el partido, <strong>el entrenador recibió una llamada</strong>. La noticia recibida le puso un rostro de consternación. Al terminar, se dirigió hacia Miguel lentamente. Necesito hablar contigo un momento, le dijo.<br />Miguelito, la llamada que acabo de recibir <strong>era de la clínica donde está internado tu papá</strong>. Hace una hora <strong>entró en coma cerebral</strong> y me acaban de decir que ha muerto en brazos de tu madre…<br />Al escuchar esto <strong>Miguel se puso a llorar desconsoladamente</strong>.<br />Tienes que ser fuerte muchacho, le decía el entrenador.<br />De pronto,<strong> retirando las manos del rostro, con voz serena y lágrimas en los ojos</strong>, pero con una gran determinación, Miguel le dijo al entrenador:<br />-Quiero jugar este partido. Quiero que me deje jugar, aunque sea unos minutos.<br />Sorprendido<strong> el entrenador no podía creer que después de darle una noticia tan</strong> <strong>terrible</strong>, el muchacho tenga ánimos para jugar.<strong> Lo pensó por un momento</strong>, y diciendo para sus adentros que jugando unos minutos no afectaría al equipo, le pidió que se cambiara, <strong>que jugaría desde el principio</strong>, al menos el primer tiempo.<br />Esa tarde Miguel no falló un pase. <strong>Fue una muralla</strong>. Infranqueable, tan bien jugó que el entrenador lo mantuvo en el campo todo el partido, permitiendo que incluso que<strong> convirtiera el gol que le diera la victoria a su equipo</strong>.<br />Las tribunas enloquecieron coreando su nombre.<br />Fue sin duda, <strong>el partido de su vida</strong>, al final del encuentro, y ya cuando todos los jugadores se habían retirado a celebrar el triunfo, el entrenador encontró a Miguel <strong>parado en la cancha mirando hacia la tribuna</strong>, donde tantas veces <strong>se había sentado su padre</strong> alentar a su equipo. Al acercársele, notó que el muchacho aunque con lágrimas en los ojos, miraba hacia la tribuna fijamente,<br />-Miguel, <strong>quisiera tener las palabras exactas con las cuales poder reconfortarte en estos momentos</strong>. Sé la estrecha relación que tenías con tu padre y creo saber cuánto te ha afectado. Hoy jugaste como nunca te vi jugar. Y aunque quizás no sea apropiado preguntarte ahora pero… <strong>¿Por qué quisiste jugar esta tarde Miguel?<br /></strong>Miguel miró al entrenador y le dijo:<br />-Señor muchas veces <strong>usted vio a mi padre sentado en la tribuna</strong> ¿verdad?<br />-Sí, <strong>siempre venía alentar al equipo</strong> aunque supiera que tu no jugabas y…<br />-No señor –le interrumpió Miguel- <strong>mi padre no sabía que yo no jugaba</strong>. Mi padre <strong>era ciego</strong>, señor.<br />Unas lágrimas recorrieron nuevamente el rostro del muchacho.<br />Por eso cuando me tocaba jugar, yo <strong>no jugaba bien porque sabía que él, a pesar de estar en la tribuna no me veía</strong>. Yo siempre al final de los partidos le decía que había hecho tal o cual jugada y notaba como se le iluminaba el rostro de satisfacción… Sin embargo, <strong>esta tarde yo si sabía que él me estaba mirando desde el cielo</strong>, por eso, hoy no jugué para mí ni para el equipo, jugué para él.<br />Gracias señor, gracias <strong>por haber permitido que mi padre me viera jugar fútbol por primera vez</strong>….<br />En ese momento, <strong>el muchacho se abrazó fuertemente del entrenador</strong>, desahogaron su pena y su dolor. Desde ese día, <strong>Miguel no dejó nunca de jugar un partido</strong> y siempre que convertía un gol, <strong>se acercaba a la tribuna donde se sentaba su padre</strong>, mirando y levantando las manos hacia el cielo…<br />Mira hoy a tu hijo si lo tienes o cuando lo tengas… Y nunca dejes de mirarlo… Más que con los ojos, míralo con el corazón…<br /><br /><span style="font-size:85%;"><em><strong>Entregado en la escuela de padres del Centro Ann Sullivan del Perú.</strong></em></span><br /><strong><em><span style="font-size:85%;"></span></em></strong><br /><span style="color:#999999;"><strong>Publicado 20/03/07</strong></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8583572128869609709.post-52490639642523837832007-08-04T20:48:00.000-07:002007-08-04T20:50:15.188-07:00Héctor, respira debajo del agua<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzpviOMwD3Usa-MPWGjYN0bGnulF_f37poXBOB3qRl27aM7s_quHKYbxeJGXnJz1vYSdjHMirA2tjIpB2ExVth06WPnUFJ2yx4ZmEDAtfWOGhhyZQYBfpPD6rugqmd8eMT5S9zT44sXPqX/s1600-h/AbHéctor.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5037398204727525458" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzpviOMwD3Usa-MPWGjYN0bGnulF_f37poXBOB3qRl27aM7s_quHKYbxeJGXnJz1vYSdjHMirA2tjIpB2ExVth06WPnUFJ2yx4ZmEDAtfWOGhhyZQYBfpPD6rugqmd8eMT5S9zT44sXPqX/s400/AbH%C3%A9ctor.gif" border="0" /></a><em>Día de entrenamiento. Una hora cada sábado, Héctor aprende los secretos de la natación y demuestra avances importantes.</em><br /><div><div><strong><div><br />Olimpiadas Especiales</strong>, siempre me interesó saber quiénes eran esos jóvenes campeones de medallas de oro y plata que salían en <strong>la sección deportiva de algunos medios de comunicación</strong> de mi país. Leer noticias sobre ellos me hacía sentir orgullosa que en el mundo nos conocieran gracias a esos chicos, porque en las otras olimpiadas, las que no se denominan como especiales, no había muchas medallas. <strong>Es un orgullo para el país</strong>, decían los expertos, que los apoyen más, decían otros, pero de verdad nunca imaginé que un día el <strong>profesor de mi hijo Héctor Martín</strong> me diera tan grata noticia: señora, <strong>Héctor está inscrito en Olimpiadas Especiales</strong>, participará en mayo, en competencia de natación.<br />Al leer el mail que<strong> me escribía Jesús Palma</strong>, profesor de natación, integrante de Olimpiadas Especiales de Perú, mis lágrimas brotaron. Después de haber pasado todo lo que les he contado en algunos testimonios en este blog, con terapias, con médicos, con operaciones, esta noticia me confirmó<strong> que Héctor será un gran hombre y ya estaba preparado para grandes</strong> <strong>desafíos.</strong> Porque <strong>la natación</strong> no sólo es tirarse al agua y chapalear, <strong>es una disciplina y él ya lo asume como tal</strong>. Lo vieran cómo se pone serio y <strong>concentrado con todas las indicaciones de su profesor</strong>, tolera el gorro en la piscina, cosa que antes ni pensaba ponérselo. Coge las tablitas, una en cada mano, y <strong>avanza sin flotador</strong>, sólo con las tablas. Verlo es <strong>una experiencia riquísima, como madre</strong>, como profesional, y como ser humano. </div><div><br /></div><div></div><div></div><div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5037397998569095234" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguZ3rZEE5ZQU8M5sVXVkSQI5-Ng_F3TjOj4VCDbSow-rSN9ppwGd0tpNKx9ECI4pu1k4R0obFfOqu3qVwNhrzWq1f9zeIGoWH0plMoQwWj3vIsF9JabDpWbGBG_bixt0xB1VB92aparXzO/s400/AH%C3%A9ctor.gif" border="0" /></div><div><em>A los seis años, cuando descubría nuevos secretos en el agua. Un día de piscina en Chosica.</em></div><div><em><br /></div></em><div><em><span style="font-size:85%;"></span></em></div><div></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5037397693626417202" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjU2yHgUBuWyPimymB4Esi4Oj87CgPP7-LLTRQP6s5CFhgO0kJ6kzr1BrtCovv1SVQ5Zbb2ZBdCFffjZ2-SBl0vqrwexolmDuQDfFAwkqqA7UHQO-nIteEnUEoGUwh1ywaT8zBZqBgXzQ_v/s400/EH%C3%A9ctor.gif" border="0" /><em>Con su profesor, Jesús Palma, paciente y perseverante instructor que está potenciando las virtudes de Héctor en el agua.</em><br /><br /><div><strong><span style="font-size:130%;">La primera vez </span></strong></div><div>A Héctor <strong>le encanta el agua desde los 6 meses de edad</strong>. En el primer paseo que hicieron en un centro de rehabilitación donde lo llevaba, un terapeuta me dijo: <strong>señora báñese con él</strong>. ¿No le hará daño? Pregunté. No señora es lo mejor que puede hacer, <strong>recuerde que cuando estuvo en su barriga vivió rodeado de agua</strong>, para ellos es algo normal, métalo al agua y luego sóplele su carita, no se va ahogar, trató de tranquilizarme aquel terapeuta, <strong>de quien hasta hoy estoy agradecida.<br /></strong>Yo sé nadar, lo <strong>aprendí en la playa, en Cantolao</strong> (Callao), pero veía a mi hijo tan frágil (su fontanela aún no se había cerrado, por eso mis temores), pero<strong> igual lo metí al agua y le gustó</strong>. Le encantó diría. De allí, <strong>siempre que había paseos</strong>, o salíamos a algún club campestre con piscina, <strong>Héctor y yo nos metíamos al agua</strong>. Luego estuvo en una academia de natación con un profesor y varios niños, <strong>lo incluyeron muy bien, pero sólo jugaba, no le insistían tanto</strong>. La clásica frase:<strong> pobrecito no entiende, que juegue nomás</strong>. No iba a tirar mi plata, así que decidí enseñarle algunas técnicas durante muchos veranos. <strong>Hasta que llegó 2007 y dije, este año de todas maneras aprenderá a nadar</strong> o a ser mejor nadador.</div><br /><div></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5037397500352888866" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc5GlJ5EFg4f0-UN_DJ9WPRcKlqNvVklnxB2IyulQj9pRaumE0ieji7Vq48xC8gpgXoCYwKurQHTI8oOHDrwlxk6APT0OVO2kqOBh3SH_ySC_Nj3UbMphZrDekXmMGbmpHhlA_rtwCWQjv/s400/H%C3%A9ctor.gif" border="0" /><em>A los seis meses, cuando ingresó a una piscina por primera vez. Con su madre. El inicio de interminables jornadas inculcando la natación.</em></div><div><em><span style="font-size:85%;"></span></em><br /><div><span style="font-size:130%;"><strong>Olimpiadas especiales, el desafío<br /></strong></span>Héctor aún no sabe nadar, <strong>pero principalmente no le tiene miedo</strong> <strong>al agua,</strong> se mete tanto en una piscina como en la playa. Las diferencia muy bien y en la playa se cuida de las olas. Le falta bracear, arduo trabajo para su profesor Jesús, <strong>porque su hipotonía </strong>le dificulta tener una <strong>buena coordinación manual</strong>, pero lo logrará.<br />Después de haber recibido la noticia que competirá, nuevamente <strong>se me hacen agüita los</strong> <strong>ojos.</strong> Estará en <strong>el área de flotabilidad con ayuda</strong>, el profesor se ubicará detrás de él, pero eso es bastante para un niño con todas las limitaciones que algún médico me dijo que iba a tener, <strong>con todos los obstáculos que tuvimos que pasar a inicios de su vida</strong>, con todas las palabras que aún la sociedad lo señala, lo mira, se pregunta y se seguirá preguntando. <strong>Por eso siempre digo en mis testimonios: el hombre más fuerte que conozco es Héctor.<br /></strong>La otra noche estuvimos conversando antes de acostarlo. Le dije lo orgullosísima que estoy de él. Me llenaba de besos y me decía <strong>(en lo poco que verbaliza</strong>, pero para mí es bastante): <strong>Ah, ya</strong>. Vas a ser el mejor nadador: <strong>agua, me respondido</strong>. Olimpiadas Especiales, desde ahora formará parte de mi vocabulario familiar, después de haber leído tantos nombres de jóvenes campeones con capacidades diferentes. Quién sabe si en un futuro leeré en algún momento su nombre: <strong>Héctor Tipe Salgado. </strong></div><div><strong><br /></strong><strong><span style="color:#933333;">Isabel Salgado Amado<br /></span></strong><a href="mailto:taskichiyperu@yahoo.com"><strong><span style="color:#933333;">taskichiyperu@yahoo.com</span></strong></a></div><div> </div><div><strong><span style="font-size:85%;color:#999999;">Publicado 02/03/07</span></strong></div></div></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8583572128869609709.post-47146844913910272002007-08-04T20:44:00.000-07:002007-08-04T20:47:54.070-07:00José Raúl, el hombre con parálisis cerebral que desafió la medicina<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2yjSRLlIgJSz8bcGvjcRpe64xryCeP1Huig1THhlEAIJg2N_e23NaBEV1DOeXduGU9w1Odi-oxwcg7mi9HflGZHcw3D0e_MNTBTUK3zkgQ9QC5QLNHRkD2PQxl2kU2LG1LwNwou0jx1a0/s1600-h/Trabajando.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5032750421109936402" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2yjSRLlIgJSz8bcGvjcRpe64xryCeP1Huig1THhlEAIJg2N_e23NaBEV1DOeXduGU9w1Odi-oxwcg7mi9HflGZHcw3D0e_MNTBTUK3zkgQ9QC5QLNHRkD2PQxl2kU2LG1LwNwou0jx1a0/s400/Trabajando.gif" border="0" /></a><em><span style="font-size:85%;">En su centro de trabajo, en la empresa de telecomunicaciones de Uruguay.</span></em><br /><br /><div><div><div><div><div><div>Escribo esta historia para complacer <strong>a dos de las mujeres más importantes de mi </strong>vida y que por sobre todas las cosas han <strong>sabido luchar para que el autor de este testimonio</strong> fuese un hombre de bien, y fundamentalmente que, de alguna manera, <strong>pudiese cambiar el destino</strong> que muchas personas creían que así iba a ser: <strong>mi madre y mi maestra particular</strong>.</div><div>Nací <strong>el 18 de Setiembre de 1972</strong>, en el seno de una familia trabajadora, era un bebé prematuro de 8 meses de gestación y según <strong>los médicos con muy pocas posibilidades de seguir viviendo</strong>, además le comunicaron a mis padres que si lograba sobrevivir <strong>sería en estado</strong> <strong>vegetativo</strong>... diagnóstico: <strong>Parálisis Cerebral</strong>.<br />Creo que estas noticias <strong>no cayeron nada bien a ningún integrante de mi familia</strong>, pero los médicos, <strong>más que médicos son personas</strong>, y las personas <strong>se equivocan</strong>, y a veces sus equivocaciones son elocuentes.<br />A los tres años llevo a cabo<strong> la primera prueba de mi inteligencia</strong> y frente a mi <strong>madre</strong>:<br />Un día ella se lleva una gran sorpresa, un día llego a casa y <strong>yo estaba sentado con un libro y como no hablaba aún</strong> le hice señas de que se sentara a mi lado. <strong>Le mostré el libro</strong> y en el habían nada más que números grandes y muy coloridos, entonces <strong>la miré con una sonrisa y señalando el “1” con una mano</strong> y con la otra levanté el dedo índice mostrando que significaba dicho símbolo matemático, luego seguí con el “2” y así sucesivamente <strong>hasta llegar al “10” y sin equivocarme en el equivalente</strong>.<br />Cuando terminé mi madre estaba totalmente atónita, solo se limitó a <strong>abrazarme fuertemente y darme un beso</strong>, las palabras en esa ocasión no servían.<br />Poco días después salí con <strong>mi madre y mi inolvidable “AKI”</strong> (así llamaba a mi niñera) y pasando por un cartel de un refresco muy popular, entonces me llevé <strong>el dedo pulgar a la boca</strong> indicando que aquel cartel <strong>era de algo que se bebía</strong>.<br /></div><br /><div></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5032750111872291074" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBFTIamWPWxMBjjASdBbJjq6nfQF6A8xKBTgHRv3IqfVC-csD4FB_MEGSYkuXFHRXKR9G-Gt08-T35U6-ybqfO8Hn-x9h2KiFIgkbK2ikfgivhODsicjS-tNhsVglDfOs5DofQIRvqD9b3/s400/Consumam%C3%A1.gif" border="0" /><span style="font-size:85%;"><em>Con su madre Leamar Alvariza en su cumpleños número 34 celebrado a lo grande.</em></span><br /><br /><div><div><span style="font-size:130%;"><strong>Y dijeron que sería vegetal</strong></span></div><div>Recordemos que los médicos <strong>habían pronosticado que sería un vegetal</strong>, ¿un ser humano <strong>en estado vegetal puede contar hasta diez y reconocer una publicidad</strong>?<br />Mi madre me cuenta que cuando estaba internado <strong>producto de una prótesis de cadera que se me hizo</strong> teniendo yo casi cuatro años de edad, un<strong> médico le preguntó por qué me leía libros de cuentos ya que para el yo jamás entendería nada</strong>. Ella lo miró y siguió leyéndome las colecciones de libros que ella y mis abuelos me compraban.<br />Ahí creo que los médicos <strong>desconocían totalmente mi enfermedad</strong> o no se daban cuenta que aún si tenía problemas motrices o físicos tal vez <strong>tuviese inteligencia normal</strong>.<br />Luego de mis “proezas” narradas anteriormente, <strong>mi madre comenzó a darse cuenta de que yo no era ningún “vegetal”</strong> y junto con mi abuela decidieron llevarme a un especialista de renombre.<br />Cuando entramos al consultorio<strong> el médico le preguntó a mi madre</strong>: <strong>“¿Ud. Dice que su hijo sabe contar hasta diez, que reconoce los números... y que hasta sabe sumar y restar?”,</strong> ella le respondió que no creía sino que yo sabía hacer esas cosas, entonces el médico se levantó y fue hacia donde yo estaba sentado sobre una lujosa alfombra, lo miré y me sonreí. Él empezó a preguntarme: <strong>“dame un uno”</strong> y yo le respondía con mis deditos sin equivocarme, luego aquel hombre se puso delante de un pizarrón e hizo varios números y a continuación comenzó a preguntarme: <strong>“¿Qué numero es?”,</strong> “¿Y este otro?”, mis deditos jamás se equivocaron.<br />En eso mi madre le dice: <strong>“Perdón Doctor, ¿hágale una operación de suma y otra de resta?</strong> Creo que el hombre accedió de mala gana y una vez más volví a no equivocarme, en cuanto terminó fue lentamente a su escritorio, se sentó en su lujoso sillón, <strong>tomó su cabeza con sus manos y apoyando ambos brazos sobre el escritorio exclamo: “¡¡No lo puedo creer!!”.</strong><br />Sin lugar a dudas yo <strong>había dado por tierra todo lo que aquel médico creía saber de mi enfermedad</strong>, más aún, termine dándole una lección.<br />Luego el médico explicó (con aire de asombro) que mi caso era raro y que no podía tratarme porque <strong>escapaba de su especialidad,</strong> pero así mismo le pidió a mi madre que <strong>me llevara a una doctora que según él estaba mejor especializada</strong> en casos como el mío.<br />Y de ahí en más todo fue estudios, consultas, tratamientos y sobre todo fuerza espiritual, <strong>voluntad, amor, entrega, ganas de querer superarse y lucha</strong>... mucha lucha para seguir adelante, porque <strong>quien no lucha prácticamente queda al margen de este mundo</strong> día a día más duro y difícil y más aún para personas con “problemas”.<br />Tiempo más tarde <strong>se me puso maestra particular</strong>, me enseñó innumerables cosas y ella también aprendió de mí.<br />Hice <strong>cuatro años en casa y luego a petición exclusiva de mi querida inspectora</strong> (esa señora iba a mi casa en fin de año y se encargaba de darme el examen final para poder pasar de clase) <strong>se me ubicó en un colegio privado y con chicos “normales”,</strong> ahí comencé a ver y conocer el verdadero mundo real, muchos pensaron que no aguantaría demasiado tiempo, pero <strong>una vez más... se equivocaron y logré pasar al liceo</strong>.<br />En el<strong> liceo me fue mejor </strong>porque en la escuela había adquirido muchos conocimientos que ni mis padres, mis abuelos y ni mi entrañable maestra particular o no supieron enseñarme o simplemente<strong> no estaban enterados sobre las “trampitas” que los estudiantes</strong> de mi generación sabían.</div><br /><div></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5032748565684064466" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCdpA5T3xixLt96Rev2cP2VkP1RLM3AUsu7UpPd0QFcQrEcSgXL7lZTVHhKaQ4DDCkuDM3sWAh-HgsBCifigsEwlUuYLhXcf7T6m7jZZTFDBH4qJgqE7LrJ6MuiC9T_Mr692T_Ti6gf53G/s400/Camiseta.gif" border="0" /> <span style="font-size:85%;"><em>José Raúl con la camiseta del Barcelona de España, uno de sus equipos favoritos.</em></span><br /><br /><div><strong><span style="font-size:130%;">No quería una pensión, quería trabajar</span></strong><br />La vida en el liceo es esencialmente primordial a<strong> la hora de marcar un rumbo o definir un destino</strong>, pues ahí <strong>me di cuenta de que el mismísimo gobierno de mi país me estaba tratando de “incapaz”</strong> con una simple pensión<br />Logré hacer cuatro años de liceo, cosa que muy pocos creían, <strong>luego del liceo y a insistencia de mi madre hice un curso de computación </strong>y ahí si, comencé a “gritar” de que <strong>no quería más esa pensión que el Estado me daba</strong>, quería valerme por mi mismo, <strong>quería un empleo para demostrar que no tenía nada de “incapaz”</strong> y que perfectamente podía hacer cosas.<br />Hoy casi treinta años más tarde... <strong>aquel vegetal</strong>... aquel niño que difícilmente pudiese vivir por sus medios... <strong>aquel joven sin futuro</strong>... tiene un trabajo, un empleo, trabaja nada más ni nada menos que para el gobierno de su país, <strong>trabaja como oficinista en el sector administrativo de la empresa de telecomunicaciones de Uruguay</strong> desde hace nueve años y sigue luchando por más. Porque sé que puedo, porque detrás hay muchas, muchísimas <strong>personas que saben que no los defraudaré</strong> y quiero seguir cumpliendo ese mandato que la vida y que Dios me ha encomendado hasta el final.<br />El triunfo de <strong>poder entrar en el mundo laboral se lo debo a dos de mis muchos amigos. </strong>Si no fuese por ellos aun estaría “gritando”.<br />A mis padres, a mis abuelos, a mis tíos, a mis primos, a mis maestros, a mis profesores, <strong>a mis queridos compañeros de clase en el colegio</strong> y en el liceo, a mis amigos, a mis queridos compañeros de trabajo, en fin, <strong>al mundo, gracias.</strong></div><br /><div><span style="font-size:85%;color:#933333;"><span style="color:#000000;">Testimonio de</span><strong> José Raúl Sosa Alvariza, escrito desde Uruguay</strong></span></div><div><a href="mailto:taskichiyperu@yahoo.com"><span style="font-size:85%;color:#933333;"><strong>taskichiyperu@yahoo.com</strong></span></a></div><div> </div><div><strong><span style="font-size:85%;color:#999999;">Publicado 18/02/07</span></strong></div></div></div></div></div></div></div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8583572128869609709.post-72719801475822739822007-08-04T20:42:00.000-07:002007-08-04T20:44:32.434-07:00De mamá a mamá<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/910/3772/1600/Bambino.gif"><img style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" height="292" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/910/3772/320/Bambino.png" width="143" border="0" /></a>Acaba de llegar a tu familia un nuevo ser, con características muy propias y especiales... y tu como madre sientes confusión y quizás te estés preguntando <strong>¿quién tiene la culpa de lo que le sucede?</strong><br />Tu niño o niña es “diferente” en algunos aspectos y eso significa que requiere de una atención y cuidado especial, por lo que <strong>no vale la pena perder tiempo, haciendo preguntas</strong> que no tienen respuesta.<br />Afronta con rapidez tu responsabilidad. Tú tienes el deber de solicitar información para actuar de manera responsable frente a los requerimientos de tu hijo, porque ese nuevo ser <strong>es una persona con deseos, sueños y derechos como cualquier otro niño o niña</strong>.<br />Debes tener en cuenta que los primeros meses de tu bebé son fundamentales en el desarrollo posterior de su personalidad. Por ello es preciso que <strong>reciba una estimulación adecuada y los cuidados médicos</strong> necesarios.<br />Respecto a lo que suceda a tu alrededor, <strong>mantén la serenidad y la calma</strong>. Seguramente te cruzarás con miradas de curiosidad o recibirás comentarios inapropiados.<br />Disculpa a esas personas, pero no las rehuyas. La falta de conocimiento, el miedo a lo desconocido hacen que actúen de una manera equivocada. Sin embargo, <strong>con tu actitud puedes darles una lección de vida</strong>.<br />A tu bebé debes mostrarlo con orgullo, porque es<strong> un ser único y depende de ti que los demás lo respeten</strong> y lo valoren. El presente de tu hijo es tan importante como su futuro.<br />Entretanto, otorga afecto en grado extremo, a tus hijos, a tus familiares, a tus amigos, para que cuentes con ellos en todo momento. <strong>Es muy fácil caer en la depresión entre tanta terapia</strong>, consulta médica, evaluación, análisis clínicos y demás.<br />Tu tarea se renovará día a día y <strong>si bien un niño con habilidades diferentes necesita atención, tu entorno también</strong>. No descuides a tu pareja, como tampoco a tus otros hijos, si los tienes.<br />Y lo principal, <strong>no descuides de ti misma</strong>.<br /><br /><strong><span style="color:#933333;">Gloria Pineda</span></strong><br /><a href="mailto:taskichiyperu@yahoo.com"><strong><span style="color:#933333;">taskichiyperu@yahoo.com</span></strong></a><br /><em>Periodista. Su artículo se titula: <strong>Lo mismo que sientes ahora lo sentí yo hace algún tiempo</strong>. Tiene un hijo de once años, José David, con Síndrome de Down.</em><br /><em></em><br /><strong><span style="font-size:85%;color:#999999;">Publicado 28/10/06</span></strong>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8583572128869609709.post-78067604416489071522007-08-04T20:40:00.000-07:002007-08-04T20:42:17.456-07:00Reny, deportista y bailarín<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/910/3772/1600/RenyA.png"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/910/3772/320/RenyA.png" border="0" /></a><br /><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/910/3772/1600/RenyB.0.png"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/910/3772/320/RenyB.0.png" border="0" /></a><br /><em><span style="font-size:85%;">Reny en familia. Con sus padres y su inseparable</span></em> <em><span style="font-size:85%;">balón. <strong>(Foto: Taskichiyperu)</strong></span></em><br /><br />Cuando nació <strong>Reny</strong> fue una alegría aunque no estaba tan convencida qué era lo que pasaría hasta que lo confirmó el doctor, quien me dijo que estaba en lo cierto: <strong>“Su niño ha nacido con Síndrome de Down”</strong> y que solo podía avanzar con la ayuda de nosotros. Fueron días de llanto ya que él se quedó en la incubadora, había nacido a los ocho meses y estaba amarillo (por la bilirrubina).<br />Tenía que dejarlo y <strong>regresar para darle de lactar, durante quince días se estuvo alimentando así</strong>. En casa todos esperaban su llegada, conversé con mis hijos, los mayores, y comprendieron acerca del estado de Reny, aunque mi esposo no lo aceptaba, no entendía por qué había nacido así.<br />Entendí que <strong>mis esfuerzos, paciencia, amor, cariño, tenía que entregárselos a mi hijo:</strong> ¡Me necesitaba¡ y hasta ahora pido a Dios que siempre me sepa dar fuerzas para estar con mi hijo y tolerancia para con mi esposo ya que aún ahora que Reny está por cumplir nueve años siento que no lo acepta totalmente como es.<br /><strong>El doctor nos dijo que tal vez tardaría en caminar o en hablar ¡para mí fue un reto¡</strong> Me propuse hacerlo caminar ya que desde el día que llegó a casa sus ejercicios eran constantes, llevándolo al Hospital del Niño para su rehabilitación.<br />Compramos una piscina donde lo hacíamos chapotear y era una alegría verlo mover sus miembros inferiores ¡tenía que caminar¡ y lo logramos junto a mis hijos y mi esposo. <strong>Vimos caminar a Reny al año y tres meses.<br /></strong>Doy gracias a mi hija mayor, que como a un hijo propio llevó a Reny a sus terapias, es que yo trabajo todo el día. <strong>Ella siempre se ha preocupado por su hermano</strong> y nunca deja de hacerlo.<br />A los tres años Reny <strong>comenzó a asistir a su terapias</strong>, siempre acompañado de su hermana que lo quiere un montón. A los cuatro y cinco años estuvo en un colegio particular de Canto Grande, en el distrito de <strong>San Juan de Lurigancho,</strong> donde avanzó con su motricidad gruesa y fina. Siempre le gustó<strong> jugar con la pelota (es zurdo y juega bastante</strong> <strong>bien),</strong> bailar e imitar lo que veía.<br />A los seis años estudió en un colegio del distrito de Jesús María donde <strong>aprendió a pintar, recortar, ser más independiente, más sociable</strong>. Ya se sacaba y cambiaba de ropa, subía y bajaba las escaleras. Se le notaba más seguro, comía solo, se cepillaba los dientes.<strong> Fue escogido para representar a su colegio en la disciplina de atletismo, donde ganó y trajo su medalla</strong>. Fue una alegría tremenda para todos en casa y él se sintió muy feliz porque todos los felicitaban.<br />Lamentablemente por <strong>motivos económicos hemos tenido que cambiarlo de colegio</strong> y matricularlo en el Especial Los Pinos de Canto Grande, donde el primer año que llegó lo evaluaron y nuevamente ha tenido que hacer Inicial I y II.<br />Este año, en 2006, <strong>está en Primer Grado A.</strong> Pinta ya sin salirse de la figura, recorta mucho mejor las figuras, juega mucho con la pelota, participa en las actuaciones y <strong>está por participar en las Olimpiadas de Atletismo.</strong> Siempre conversamos y tratamos de que sea sociable. Se alegra cuando le digo qué vamos a comer hoy.<br />Reny saluda y se despide. Lo hace no solo en casa sino con las personas que conoce. <strong>Prende y apaga el equipo de música, goza bailando; prende y apaga la computadora.<br /></strong>Deseo de todo corazón que mi hijo logre hablar bien ya que si bien he descuidado sus terapias de lenguaje, veo que mi hijo puede hacerlo. <strong>Cuando hacemos sus ejercicios gestuales lo hace y repite palabras cortas.</strong> Imita bien los sonidos, pero no sé cómo ayudarlo más y me desespero y<strong> lloro en las noches sola porque siento que no puedo ayudar a mi hijo</strong> para que hable. Él se comunica conmigo, así con medias palabras me canta y <strong>recita poesías que como madre yo le entiendo</strong> y le pido a mis hijos y a mi esposo que le tengan paciencia por sus conductas y porque en ocasiones creo que no lo entienden. De verdad lloro mucho con este tema, hasta me siento algo inútil por no ayudarlo a poder hablar.<br />Dios, dame paciencia, fortaleza, amor, para seguir ayudando a mi hijo ya que cuento solo con el cariño y comprensión de <strong>Susana</strong>, mi hija mayor que siempre y hasta ahora lo entiende y siempre me lo demuestra cuando llega a casa y <strong>veo a Reny feliz cuando la abraza y juega con ella</strong>.<br />Reny recién va a ir a sus terapias de lenguaje donde su especialista. He tratado de ayudarle, también lleva terapia donde estudia, pero <strong>veo que no avanza con su lenguaje</strong>. Mi esposo siempre ha pensado llevarlo a un lugar particular, pero hasta ahora no toma la iniciativa, espera que yo lo haga. Así que <strong>voy a dar ese paso necesario para mi hijo.</strong><br /><strong>Yo acepto a Reny como es</strong>, lo conocen mis compañeros de trabajo, soy profesora de educación inicial. Ellos lo quieren. Es que él se hace querer y juega con todos. Es un verdadero niño sociable que <strong>sabe dar mucho amor</strong> y es la razón de mis mayores esfuerzos.<br /><br />Testimonio de <strong><span style="color:#933333;">Marita Guerrero</span></strong><br /><a href="mailto:taskichiyperu@yahoo.com"><strong><span style="color:#933333;">taskichiyperu@yahoo.com</span></strong></a><br /><br /><strong><span style="font-size:85%;color:#999999;">Publicado 24/10/06</span></strong>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8583572128869609709.post-85815359974944093952007-08-04T20:34:00.000-07:002007-08-04T20:40:02.342-07:00Los milagros existenEs muy difícil explicar en pleno siglo XXI, la existencia de un ser superior, cuando la tecnología y las investigaciones nos acercan más a las leyes de la naturaleza y la vieja tesis que el hombre desciende del mono,<strong> pero cuando existe la fe</strong>, todo cambia por completo.Héctor nació con un tumor en el rostro a la altura del ojo izquierdo, médicamente llamado <strong>Hemangioma parpebral</strong>, del tamaño de una pepa de durazno, que salía del párpado inferior, pero con el transcurrir de su nacimiento iba creciendo, y desfigurando su rostro; los médicos, preocupados, decidieron operar al neonato (persona llamada así cuando aún no cumple un mes de nacido).Nuevamente las dudas y el temor me invadió, <strong>conocí a dos amigas por esa época, Mariela y Ana</strong>, quienes habían tenido hijos el mismo mes que nació Héctor (diciembre). El hijo de Mariela sufría de insuficiencia cardiaca, y el de Ana, una mujercita, tenía problemas en el estómago. Días antes de la operación de Héctor los dos niños se habían ido de este mundo <strong>acompañando a Dios como ángeles de la guarda</strong>. Impresión muy fuerte para mí. Verlas cómo sufrían al haber perdido sus hijos tan pequeños me impactó.<strong>“Señora tiene que conseguir una unidad de sangre de este tipo, el 26 de diciembre vamos a operar a su hijo”</strong>, me comentó uno de los encargados del pabellón de UCI Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Guillermo Almenara de Lima mientras me alcanzaba un papel. ¿Sangre? ¿Tipo de sangre? Era un escena que sólo había visto en algunas series de televisión cuando sucedían emergencias. Encima Héctor tiene sangre <strong>RH O Negativo</strong>, un tipo difícil de conseguir.Primer milagro, no saben cómo oré aquella noche para que alguien nos brinde su sangre. Y hubo un ser especial que no la vendió como ocurre en nuestro país muy a menudo, <strong>LA DONÓ</strong>. Los tiempos siempre son difíciles para todos,<strong> la mayoría lucra con su sangre</strong>, y creo que esto no pasa solamente en Perú, pero esta señora (de quien en algún momento, con su permiso, contaré su historia) nos obsequió su sangre. Bueno había un punto a favor, pero el punto en contra, era: ¿se salvará con la operación? ¿Cómo quedará después que lo operen? ¿Verá bien por los dos ojos? Otra vez las preguntas.La fe mueve montañas, una oración, realizada por muchas familias a la vez, llamada cadena de oración, dio sus resultados. Siempre tuve fe en <strong>San Martíncito</strong> (de Porres) como le digo yo, en la capilla del Hospital tenía un altar y siempre iba a misa mientras Héctor estuvo internado. Era Dios solamente quien lo podía salvar, bendiciendo las manos de los médicos…<strong>El 26 de diciembre de 1997</strong>, luego de casi 15 días de haber nacido, fue operado, llevé agua bendita que me obsequió la abuela paterna de mi hijo, quien también oró por el bebe (en ese tiempo no teníamos un nombre para el ser que nos alegró la vida). Y en nombre de Dios le hice la señal de la cruz en su frente tan pequeña… La operación <strong>duró 5 horas</strong>. Cinco horas en las cuales su padre y yo caminábamos, conversábamos, rezábamos, y pensábamos en voz baja… Segundo Milagro, Héctor salió de la sala de operaciones a las 2 de la tarde en una incubadora, donde había estado desde nacido, y como a las 5 de la tarde lo pude ver, claro, estaba completamente dormido, pero <strong>VIVO,</strong> dando señales de vida. Ese mismo día le pude dar de lactar, que para suerte mía y ayuda de Dios, a pesar de la cesárea tenía mucha cantidad de leche y <strong>la compartí con otros bebés</strong>, otra historia que también contaré más adelante.Con el transcurso del tiempo no hacía más que agradecer diariamente a Dios y San Martín por haberlo salvado, y hoy les agradezco igualmente por darme paciencia, fortaleza, buen humor y mucha alegría de tenerlo en casa, correteando como otros niños de su edad, y haciendo travesuras también como otros niños de su edad. <strong>Nunca pierdan la fe</strong>, es muy importante hacer las cosas pensando que todo es posible. Solo la confianza que le podemos brindar a nuestros hijos con habilidades diferentes los hace salir adelante. Y si se caen o tropiezan hay que levantarse y continuar. Díganle siempre: <strong>Hijo, tú puedes.</strong><br /><br /><strong></strong><span style="font-size:95%;"><strong>Isabel Salgado Amado</strong></span><br /><strong><span style="color:#933333;"><a href="mailto:taskichiyperu@yahoo.com">taskichiyperu@yahoo.com</a></span></strong><br /><strong><span style="color:#933333;"></span></strong><br /><strong><span style="font-size:85%;color:#999999;">publicado 17/10/06</span></strong>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8583572128869609709.post-71528709985709448502007-08-04T20:31:00.000-07:002007-08-04T20:33:36.578-07:00Te he oído decir PapáSiempre me gustó hablar con los niños. Tengo varios sobrinos, cinco para ser exactos. He jugado con todos ellos y hemos sabido tener un tiempo para la charla y la broma. Pensaba: <strong>cuando tenga un hijo, hablaré con él todo el tiempo</strong>. Seremos cómplices. Esperé su nacimiento con ilusión. Quería verlo crecer rápido.<strong> Escucharlo decir: Papá.</strong> Pero desde el nacimiento de Héctor su historia clínica fue complicaba. Primero un tumor en el rostro, luego unas convulsiones y problemas psicomotores fueron convirtiendo a mi hijo en un niño con habilidades diferentes. <strong>De pronto era padre de un hijo especial.</strong> Los médicos fueron bastantes pesimistas en su cuadro clínico y las expectativas de su desarrollo. No caminará, tendrá muchos problemas, me dijeron. Crudeza médica que golpeó mi corazón. Surgieron las preguntas. Los temores. Las dudas. Y con el paso del tiempo muchas horas de desvelo. Vigilarlo mientras duerme fue una tarea de los primeros años. <strong>Hablará, pero no sabemos cuándo,</strong> fue la otra respuesta de la ciencia. Con el tiempo fui aprendido que hay <strong>un lenguaje más profundo que el verbal</strong>. Ese que se expresa en los ojos y con los gestos. A los ocho años nueve meses, <strong>Héctor pronuncia algunas palabras</strong>, aún espero que diga Papá, pero me ha sabido decir te amo con muchos detalles, como colgarse del cuello, abrazarme y darme un beso. O pedirme que juguemos tomándome de la mano y brincando. ¿No decían que jamás caminaría? <strong>Fe, esa es la palabra</strong>. Mucha fe. Por eso sé que un día, cuando estemos como tantas veces frente a frente, oiré por fin esa palabra que espero brote de sus labios: Papá.<br /><br /><strong>Jaime Tipe Sánchez</strong><br /><strong><span style="color:#933333;"><a href="mailto:taskichiyperu@yahoo.com">taskichiyperu@yahoo.com</a></span></strong><br /><strong><span style="color:#933333;"></span></strong><br /><strong><span style="font-size:85%;color:#999999;">publicado 07/10/06</span></strong>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8583572128869609709.post-83234919583780326762007-08-04T20:26:00.000-07:002007-08-04T20:33:55.932-07:00Aprendí a ser Madre<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/910/3772/1600/Isa-Hector.png"><img style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 154px; CURSOR: hand; HEIGHT: 130px" height="283" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/910/3772/320/Isa-Hector.png" width="309" border="0" /></a>La fortaleza te la dan los hijos, <strong>decía mi madre</strong> siempre que estaba mal de salud, yo la oía, pero no la entendía. Era soltera. Sin preocupaciones de por medio sólo trabajar y ayudar en casa. Cuando uno se casa te cambia la vida, dicen las personas mayores. Pero cuando tienes un hijo no sólo te cambia la vida sino más bien miras la vida de otra manera. En otra dimensión. <strong>El ser madre no sólo te permite dar vida</strong>. Te permite enseñar, educar. Devolver lo que muchas veces recibiste. E incluso hacer cosas de lo que alguna vez renegaste. Para qué me explica esto mi madre, para qué me enseña esto mi madre, preguntaba cuando era pequeña. Era para luchar ante la vida.<br /><strong>Y el ser madre de una persona tan especial, una persona con habilidades diferentes nadie te lo enseña</strong>, se aprende en el camino, con caídas, con obstáculos, hasta hoy sigo aprendiendo. Y lo haré cada día con Héctor y de Héctor, mi hijo, el milagro de Dios y de San Martín de Porres, de quien soy devota y por quién le puse su segundo nombre: <strong>Héctor Martín, el niño más fuerte</strong> que conozco, se lo digo siempre que puedo…<br />Se me quiebra todo cuando recuerdo los momentos en que nació. Porque no lo traje al mundo por parto normal sino por cesárea, pero las mismas lágrimas que en este momento brotan de mis ojos fueron las que derramé cuando nos conocimos un 11 de diciembre de 1997, en la<strong> Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Nacional Guillermo Almenara Martins</strong> de Lima. Mi gran luchador nació un miércoles 9 de diciembre, fecha muy importante en nuestro calendario nacional, día de la Capitulación de Ayacucho y para doble coincidencia día en que nació Fray San Martín de Porras, más peruano que él no lo hay. Pero como nació con un tumor, que más adelante les contaré de qué se trata, lo trasladaron al hospital, donde lo conocí.<br />Aprendes a ser madre. No sabes bañarlo, no sabes si tiene hambre, frío, sueño, dolor de barriga. Pero poco a poco como si Dios estuviera guiándote vas adquiriendo la experiencia. Y el compartir testimonios con madres de familia de personas con habilidades diferentes es lo que te permite tener más fuerza y valor.<br /><strong>Héctor Martín tiene 8 años 9 meses y pronto cumplirá los 9</strong>. Y aún hoy aprendo a ser madre todos los días con cada palabra nueva que intenta pronunciar (recién está tratando de decir sus primeras palabras) y con cada caricia que sabe darme. Cuando me sorprende con sus actitudes espontáneas. Como decirme te amo cuando nota que lloro…<strong> No hay escuelas para padres dicen los experimentados,</strong> pero este artículo, es un granito de arena de lo que podemos hacer los padres de las personas con habilidades diferentes. Compartir nuestras experiencias, buenas y malas, con nuestras hijos, eso ayuda mucho. Tratarlos como cualquier otra persona siempre en todo momento y dejarlos ser independientes. Ellos pueden. ¿Y saben algo?: <strong>Sus hijos entienden más de lo que ustedes creen.</strong><br /><br /><strong>Isabel Salgado Amado</strong><br /><a href="mailto:taskichiyperu@yahoo.com"><span style="color:#933333;"><strong>taskichiyperu@yahoo.com</strong></span></a><span style="color:#933333;"><strong><br /></strong></span><br /><strong><span style="font-size:85%;color:#999999;">Publicado 24/09/06</span></strong>Unknownnoreply@blogger.com0